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domingo, 10 de enero de 2016

MÍRAME de Renate MÖRDER

Fue como si una voz le hubiera susurrado al oído «Mírame» Ella miró: Era dorado y brillaba sobre el césped como si hubiera sido puesto ahí para una publicidad de teléfonos celulares. No pudo resistirse, lo guardó antes de que alguien pudiera verla y se lo llevó a su casa.  Cuando lo sacó de su bolso estaba encendido. Lo revisó y se alegró al ver que no tenía línea ni ningún dato ajeno en su memoria, sólo tenía configuradas la fecha y la hora. Lo miró complacida, era hermoso y estaba virgen, listo para ella.

En los días sucesivos pese a las protestas de sus amigos y compañeros de trabajo, sólo había tenido ojos para él y para su cuerpo ultra delgado que parecía hecho a la medida de su mano. Cuando no lo usaba, hablaba de sus bondades, de su rapidez, de lo genial que era su cámara fotográfica. Se desvelaba con él y se despertaba con su suave vibración. Así día tras día hasta que se cumplió una semana y notó que un icono desconocido aparecía en el extremo superior de la pantalla. Lo ignoró y se fue a la cama y, a diferencia de otros días, se durmió enseguida. Eran las tres menos cuarto de la madrugada cuando el celular la despertó, pero en lugar de la suave vibración, sonó un zumbido molesto y ensordecedor. No supo por qué se levantó, ni cómo llegó al Parque. Anduvo dando círculos como esperando instrucciones hasta que una voz le habló: «Mírame y anda, no me quites la vista de encima». La mujer observó la enorme pantalla casi sin pestañear y caminó hacia la orilla del lago. Fue tal su grado de obediencia que ni siquiera en el momento en que su pie izquierdo pisó el vacío y se hundió en el agua dejó de mirarlo.  El celular se escurrió de la mano de la ahogada y subió a la superficie. Flotó hacia el otro extremo del lago y se posó en la orilla. Al día siguiente, unas adolescentes lo descubrieron. «Mira ese celular parece buenísimo. Está sucio ¿Andará?», «Seguro que si, estos modelos son a prueba de agua». Lo rescataron, le limpiaron el barro y el aparato agradecido se encendió con una suave vibración. Las jovencitas sonrieron tontamente y como hipnotizadas, observaron la enorme pantalla del celular.

LA NOTICIA:
06/01/2016 
China: una mujer iba distraída mirando su celular, cayó al río y murió ahogada.




5 comentarios:

  1. Asombroso e inquietante relato ! ! ! Siemre es un placer leerte.

    Liliana

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  2. Un celular maldito que mata a quien lo encuentra. Bien planteado.
    Y recuerda a la noticia que lo inspiró.
    Un abrazo.

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